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La gente sombra.
La "gente sombra", también conocida como "figuras de sombra" o "seres oscuros", son entidades de índole paranormal que se caracterizan por estar compuestas de una materia oscura y arrastran una malévola reputación que las tacha como portadoras de energías negativas o, en los casos más espeluznantes, auténticas manifestaciones demoníacas.
Un aura de misterio envuelve la existencia de estas entidades, aunque incluso la ciencia, en su desesperado intento de explicar este fenómeno, ha esgrimido la teoría de que estos seres podrían ser comprensibles como consecuencias de factores tales como enfermedades fisiológicas y perturbaciones psicológicas. La parálisis del sueño, las alucinaciones derivadas de condiciones médicas, efectos secundarios de potentes medicamentos y el abuso de sustancias estimulantes se cuentan entre las causas que la ciencia señala para dar cuenta de la presencia de estos aterradores seres.
Indudablemente, este es un tema que, sin remedio alguno, despierta acalorados debates. Pero... ¿te atreves a indagar más allá? ¿Realmente consideras que estas entidades pueden ser meramente una ilusión, o acaso, existe un oscuro fundamento detrás de su perturbadora existencia?
Prepárate para juzgar por ti mism@, porque a continuación te presentaré un testimonio escalofriante de un guardia de seguridad que asegura haber tenido un encuentro cercano con este tipo de entidades, y lo que lo hace aún más aterradora esta historia es que logró captar a uno de estos entes en fotografía.
Sin más dilación, vayamos con el relato.
Advertencia.
El siguiente relato estaba basado en hechos reales. Sigue la lectura con el audio que se presenta a continuación.
Testimonio de Arturo Montalvo.
Hola. Buenos días, tardes o noches.
Mi nombre es Arturo Montalvo y este es mi testimonio. Llevo más de una década sirviendo como monitorista en diversas empresas de seguridad privada. Hoy, quiero compartir con ustedes una experiencia que viví durante el tiempo que estuve trabajando en un lugar que jamás podré olvidar. Y no en el buen sentido de la palabra.
A lo largo de mi carrera, considero que he enfrentado situaciones de carácter paranormal, a menos que mi mente me haya jugado malas pasadas en aquellos momentos, pero... la más aterradora de todas, ocurrió hace aproximadamente cinco años.
Era una noche tranquila, como cualquier otra en aquella tienda departamental en la que me encontraba laborando en el turno nocturno. En los primeros meses en los que estuve ahí, los rumores ya habían inundado el lugar, como es de suponer; historias sobre cadenas que sonaban misteriosamente durante las noches, testimonios de personas que contaban un oscuro incidente en el que un trabajador de mantenimiento perdió la vida de manera trágica al ser aplastado por el montacargas del almacén y el supuesto homicidio a un vendedor que laboraba en la tienda durante un asalto a mano armada. Además, se tenía la idea de que todos estos sucesos ocasionaban que, inevitablemente, se hablara de supuestas apariciones de lo que parecían ser sombras durante las jornadas cotidianas. Inclusive, se decía que el lugar estaba cargado de mucha energía negativa. Hasta ese momento, yo no había experimentado nada similar en ese lugar, pero... esa noche... aquella noche en particular, esos rumores se convertirían en algo más que simples historias. Es algo que aún encarcela mi sueño por las noches y me hace preguntarme si lo que vi fue real o sólo producto de mi perturbada imaginación.
Sucedió que, mientras me encontraba en la solitaria sala de control observando los oscuros pasillos de la tienda, en un momento dado, algo captó mi atención de manera abrupta. No sé lo qué era aquella figura, pero lo que sí puedo asegurar al 100% es que esa imagen me ha mantenido intranquilo durante mucho tiempo. En la pantalla de los monitores, logré ver una figura oscura y siniestra de aspecto antropomorfo que se movía con una malevolencia indescriptible por los desiertos pasillos de la tienda. Al principio, no logré enfocarla debido a la rapidez con la que se movía, pero en un momento dado, ocurrió algo que me dejó paralizado por el miedo más profundo imaginable, a pesar de que me encontraba a una distancia considerablemente lejos de aquel ente.
Sucedió que, de repente, aquella figura espectral se detuvo sin motivo alguno en el umbral de la puerta que da al área de motocicletas y lo único que hizo fue mirar fijamente a la cámara más cercana durante unos minutos que me parecieron horas, y me dio la sensación de que sus sombríos ojos parecían atravesar la lente, como si de alguna forma supiera que yo estaba al otro lado del monitor observando cada uno de sus movimientos y quisiera que yo la mirara. Un escalofrío gélido recorrió mi espalda mientras aquella figura me miraba fijamente a través del otro lado de la cámara para que, acto seguido, se desvaneciera frente a mí.
Traté de encontrar una explicación lógica, pero fue en vano. No había rastro de empleados en la tienda en ese momento, lo que hace aún más extraño e inquietante este encuentro.
A pesar de estar petrificado por la inmensa angustia que me embargó al ver aquella sombra espeluznante y sentir por un momento que quería ocasionarme algún daño, logré armarme del valor suficiente para tomar una fotografía con mi teléfono antes de que desapareciera de la pantalla.
Desde esa noche, he desempeñado y sigo desempeñando mi trabajo como guardia de seguridad, sólo que ahora en una empresa diferente. Pero... debo admitir que cada vez que me toca cubrir el turno nocturno, inevitablemente, el terror se apodera de mi y me asedia de una manera impetuosa debido a ese espeluznante recuerdo. Incluso, he llegado a sentir que, en algún otro infortunado momento, esa sombra se presentará nuevamente a través de la cámara.
Este ha sido mi testimonio. Y... aquí les presento la fotografía que tomé en ese inquietante momento. De ti depende si creerme o no, pero te aseguro que lo que capté aquella noche fue muy real y aquí está la evidencia:
Final de la entrada.
Hemos llegado al final de la décima segunda entrada en este blog infernal.
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Espera la próxima entrada, estará disponible muy pronto. Estoy seguro de que te perturbará.
Dulces pesadillas.
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